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Qvadrivium

A Hugo Gola

Cada hombre camina sin saber

si ha empezado o concluido

si va a casa de su madre, de su hija o de su amante

si juzgará o será juzgado

si escapará, si habrá huido;

no lo sabe.

Yorgos Seferis

Los fragmentos o irreflexiones que componen Quadrivium fueron escritos

a partir de la lectura del “Poema del fin”, de Juan Alcántara.

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Como sin ton ni son, y las palabras

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eje 3 poniente amores / coyoacán

80 km/h, 5.90 altura

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ah, el arrebato

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de quienes, ah, y los designios

x

sobre Viaducto y Zaragoza

que se avalanchan

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indescifrables, el ácido camino de

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blancos, entre rieles

blancos

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y grietas, alguna que otra

y La canción del Señor, que ayer

x

Preferible es la Ley propia, sin perfección

que la ley de otro bien cumplida.

Preferible la muerte en la propia Ley.

La Ley ajena trae desgracia.

Bhagavad Gita, iii, 35

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bajo el cielo, ya rojo, los aviones, grises

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wearever / marcador de tinta

punta de cincel

(tápese cuando no se use)

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sobre un empaque de Kimberly Clarck

esta cinta es su sello de garantía*

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y los barandales amarillo-huevo

que apuntan hacia los cerros

donde las antenas

en trance con las nubes

propagan

x

bolívar 1/4 km

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y de Tlalpan a Sur 71

de Plutarco a Congreso y Churubusco

x

esculturas de bronce en Sur 67-A

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y esa muchacha, sentada sobre la banqueta

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¡no, muchacha, no lo abras! (ese bote de la Comex)

¡no ilumines el cielo con tu sangre!

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x

y La canción del Señor, que ayer

x

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